LA LITERATURA DIGITAL Y EL USO DE LAS REDES SOCIALES PARA LA EDUCACIÓN DE LA PROTESTA SOCIAL

Universidad del Tolima

Instituto de Educación a distancia IDEAD

Maestría en Pedagogía de la Literatura

Nombre: Laura Del Mar Zamudio Giraldo

 

 

La tecnología y la digitalidad han configurado en la actualidad una etapa de comunicación diversa e interactiva, en la cual los sujetos son participantes del debate del conflicto y violencia que se ha generado históricamente en la obra literaria palpable; es entonces esta era digital una revolución de la comunicación y de las formas de educarnos a partir de las redes sociales y las plataformas. Es por ello, que en el presente ensayo se pretende profundizar sobre los contenidos educativos de 3 plataformas digitales para la comunicación social: Twitter, como una red social de debate y opinión; Facebook, por la interactividad en videos e imágenes y el uso del humor negro, el sarcasmo, la ironía, entre otras cualidades literarias; y finalmente, YouTube por el contenido educativo, periodístico o musical que compone.

En este sentido, desde la tecnología, se busca educar al sujeto y corresponderlo con todos los hechos que las redes sociales difunden, independientemente de las censuras y las alteraciones de contenido que estas evidencian. Por lo tanto, como una propuesta para analizar desde nuevas interpretaciones estos espacios digitales, se estudia el papel del arte y la literatura frente a la carencia educativa de la protesta, la lucha y la resistencia social. De manera que, “todo ello aparece reflejado en la literatura más reciente, tanto escrita como electrónica, en forma de propuestas artísticas que canalizan la hibridez, la versatilidad, la complejidad y la multificcionalidad propias de la nueva forma de entender e interpretar el arte” (Morales, M. 2018).

Con base en lo anterior, se analiza el papel de la escritura en el espacio digital como una forma de expresar y dar a conocer las ideas particulares que trascienden en los usuarios de acuerdo a los sucesos de la realidad. Es de este modo que a través de las redes sociales el sujeto accede a la información mal y bien intencionada, respecto de los sucesos que realmente protagonizan las calles, los barrios, las escuelas y el hogar; es así que el acceso a la opinión y a la escritura libre de cierto modo fabrica pequeños escritores con opiniones trascendentales. El hombre se vuelve participe de la opinión social y política, la creación de imágenes y videos con sátira e ironía que pretenden enseñar un contexto o conflicto particular y el contenido creado para divertir, entretener o bien sea educar y generar espacios de interpretación. Es por esto, que “los medios alteran la cultura, la cultura modifica los medios y el hombre, gestor de ambos, no se puede aislar de esa disputa” (Gamboa, 2015, p. 40).

Con esto quiero transcender sobre la importancia de educar la movilización social que cruza Colombia en estos momentos de la historia, cuando ya se conoce bastante literatura al respecto de muertes masivas; seguimos escribiendo todos los días como las madres lloran las cabezas de sus hijos en las plazas. Ahora escribimos una nueva historia, desde la digitalidad cada sujeto aporta constructiva o destructivamente a lo que hoy se presenta en las calles;

El escenario de la libertad en los medios aún es restringido, los controles aumentan y, ante la avalancha de información, el cerebro aún no se adecúa a su uso; en la medida en que lo haga, las nuevas estéticas irán tomando forma. (Gamboa, 2015, p. 42)

Por eso, la necesidad de educar tanto para el contenido que se crea, como a los usuarios que disfrutan de creaciones banales marginando así, artistas que buscan enseñar desde su práctica. De ahí se analiza el papel del arte en el espacio digital por ser este el nuevo lugar de interacción, de expresión de ideas, de creación artística, lectura y escritura. Lo anterior, determina la ruta de nuestra intención comunicativa, frente el conflicto y la violencia que ha determinado un camino histórico-social en Colombia, enmarcado desde la literatura con la intención de difundir hechos trascendentales e impactantes. De este modo, el ser humano relaciona su quehacer social con el contenido digital que merece ser dirigido a todos los lugares que cuentan con acceso a los aparatos electrónicos.

Ahora bien, para continuar con el análisis a las redes sociales, en primera instancia, Twitter es una red de opinión y debate sobre temas de la actualidad del país, lo que en este momento concierne a la política, la salud, la educación, la historia y la cultura. Sin embargo, se presenta una contraproducencia frente al tipo de opinión que se esta reproduciendo para todos los lectores, teniendo en cuenta la influencia e implicación que tiene en la consolidación de la participación social. Por ende, Twitter es una red social que funciona para informar a los usuarios sobre las decisiones políticas trascendentales en la nación, permitiendo así que el sujeto establezca su punto de vista al respecto, lo que significa pueda ser constructivo o por lo contrario, destructivo o superficial para quien lo lee.

Es por esto, que esta red social evidencia la división que existe entre los ciudadanos por cuestiones o perspectivas políticas, debido a la intención que tienen los partidos en encajar a grupos sociales en determinadas formas de vida y contrariarlas con otras ya sea por su diversidad, libre expresión o ideologías. A pesar de esto, la construcción de una idea de la protesta y de la necesidad de dar a conocer el conflicto arraigado que el pueblo ha soportado por casi 70 años, no se invisibiliza a pesar de la poca información o conocimiento con que la gente cuenta para enfrentar a la élite impuesta en los escenarios gubernamentales.

Por ejemplo, en un tweet fijado por un usuario a nombre de David Rozo (2021), se evidencia claramente el papel de las redes sociales en la educación de la protesta y la enseñanza del objeto de la movilización, como una forma de dignificar la sangre que ha sido derramada, en manos de quienes aún siguen de pie. De modo que, el mensaje escrito menciona que “si no fuera por el internet y las redes sociales seguiríamos creyendo que somos el país más feliz del mundo, y somos un charco de sangre”. Es importante tener en cuenta que, como este, varios pequeños fragmentos, pensamientos y creaciones conforman una realidad que también se simboliza en las redes.

Teniendo en cuenta lo anterior, el sujeto inmerso en el espacio digital, ha tenido una implicación directa para la narrativa literaria; por ello, se estudian los discursos y propuestas que surgen de la violencia, del interés y la necesidad de mostrar la realidad, porque la tecnología consigo condiciona la facilidad de información y el acceso rápido a otros lugares, independientemente del espacio geográfico. Por consiguiente, “ahora que la interactividad emerge a cada pulsión, el individuo debe ser capaz de entenderse con el otro” (Gamboa, 2015, p. 42), puesto que la discrepancia de la participación social surge en medio de la libertad que el hombre posee para escribir y crear todo lo que su mente y experiencia le oriente.

Para ejemplificar la influencia que tienen las redes sociales en los sucesos que se protagonizan en la realidad, se destaca también un tweet realizado por el expresidente Uribe, quien en su papel de Senador del Centro Democrático expresa abiertamente sus inclinaciones a propósito, poco democráticas: “Apoyemos el derecho de soldados y policías de utilizar sus armas para defender su integridad y para defender a las personas y bienes de la acción criminal del terrorismo vandálico”. Debido a esto, la reacción de las fuerzas militares fue combativa ante la defensa de los derechos por parte del pueblo, a quienes los organismos del poder titulan de vándalos por destruir material público como expresión ante la masiva desaparición y posterior asesinato de jóvenes en el recorrido de la protesta social. Lo anterior, determina la diplomacia del discurso que maquilla el incumplimiento del derecho fundamental a la vida de los ciudadanos.  

En segunda instancia, Facebook es una red interactiva en la que los usuarios comparten imágenes y videos, los cuales representan y personifican diversas ideologías y construcciones. “Para Lévy, la interactividad debe medirse según las posibilidades de apropiación y de personalización del mensaje recibido, la reciprocidad de la comunicación, la virtualidad, la implicación de la imagen de los participantes y la telepresencia” (Echeverry, 2011, p. 20). Es este espacio una oportunidad para el uso de la ironía, el sarcasmo y el humor negro frente a las situaciones que se viven a diario desde el trabajo, el hogar o espacios abiertos; de modo que se consolida la importancia que ha tenido esta red social para la educación de la protesta social que se desencadena en Colombia.

La innovación tecnológica ha sido una necesidad para los usuarios de las redes, teniendo en cuenta que las posibilidades de la digitalidad transforman las prácticas tradicionales de comunicación y conformación de ideologías. Así que, el dialogo entre experiencias y la identidad de condiciones son manifestaciones dadas en este entorno, puesto que comunica a los sujetos en sus contextos comunes, juega con sus actividades diarias, (arte, biología, medicina, docencia, construcción, comercio) es decir, la idea es generar nuevas interpretaciones de la realidad a partir de los lenguajes interdisciplinarios del arte. Al respecto, Casacuberta menciona que:

Nuevas formas de arte aparecen cada semana, arte que resulta imposible clasificar según los criterios tradicionales. Las fronteras entre artista, productor y espectador se van difuminando. La digitalización permite apropiarse y reciclar todo tipo de materiales culturales para reaprovecharlos en otras obras, poniendo en crisis el mismo concepto de autor (2003, p. 41).

Del mismo modo, la apropiación que ha surgido desde Facebook para la movilización social evidencia, en varios casos el uso de la pintura, de la música y la imagen para generar una reflexión acerca de las paradojas de la violencia y que hasta hoy vivimos. A partir de frases como: “yo aquí parchada y todo tan paraco, tan sucio y tan verraco, tan por debajo e´ la tierra”, se realiza un video que interrelaciona la pintura, la música y la palabra para dejar en claro las muertes, la sangre, las distintas realidades que evidencia la calle y, sobre todo, la necesidad de conocer después de mucho tiempo, las practicas comunes y tradicionales de quienes nos gobiernan.

A parte de eso, Facebook permite la realización de videos en vivo los cuales demuestran desde la comodidad del hogar cuáles son las formas de actuar de la policía nacional y las fuerzas militares ante las arengas, los reclamos, las imágenes y la manifestación. De manera que, se configura también el espacio de participación social, donde los usuarios e individuos que también comparten el conflicto, rechazan o apoyan el derecho a la movilización; además evidencia el conocimiento que se tiene sobre la historia de Colombia y la responsabilidad social que tenemos de enfrentar el panorama del conflicto.

En tercera instancia, YouTube para la creación de contenido divertido, estético, artístico y político, establece un lugar de enseñanza de la protesta social; no solamente por las propuestas digitales que surgen como forma de rebeldía ante la impunidad y la injusticia, sino también por la música que también dialoga a partir del arte y la poesía con las intenciones también políticas de los ciudadanos que se vinculan con estas creaciones digitales. Es así que, “esta sustitución del interés por el lenguaje escrito hacia el audiovisual afecta, sobremanera, a la literatura tradicional;” (Morales, 2018, p. 8).

Por ejemplo, el periodismo en Colombia, siendo una de las imprecisiones al servicio de las entidades gubernamentales, marginan la información por lo que los nuevos profesionales siendo periodistas y en defensa de la enseñanza de la historia y de la información verídica, crean contenido para poner en conocimiento de la ciudadanía los hechos y actos políticos fundamentales que los implican y que se desconocen desde los medios de comunicación tradicionales. Tal es el caso del canal del periodista Levy Rincón, quien relaciona sus conocimientos con la realidad con el ánimo de enseñar la historia y ubicar política y socialmente a los individuos mal educados.

No obstante, el objetivo de la educación para la digitalidad también comprende la trascendencia del contenido que se crea, porque en muchos casos es evidente la banalidad evitando así el uso didáctico de las plataformas lo que alimenta la insustancialidad de aquello que nos atrapa o nos interesa. Entonces, la importancia de conocer el entorno en el que el ser humano se crea y los sucesos que se protagonizan en el tiempo deben ser determinados también a partir de las redes sociales puesto que estás configuran un vinculo fundamental con el ser humano y con su capacidad de creación y expresión.

En suma, la memoria cultural ha sido transformada debido al escenario en el que se interrelaciona. Ahora, el sujeto cuenta con mayor participación social, la oportunidad de condensar sus conocimientos, también a partir de la identidad colectiva y la empatía con lo otro o lo externo. De manera que, “esos entornos digitales proveen a la siempre inquieta mente humana los retos de una posibilidad histórica, la forma de plasmar la huella de un conjunto llamado humanidad, que a manera de papiros digitales serán la memoria de nuestro tiempo” (Gamboa, 2015, p. 41).

De todo lo anterior, resulta necesario comprender el lenguaje interactivo de las redes, dado que en este espacio se juega con el arte, la literatura, la palabra, la imagen y las creaciones que de la mente surgen para expresar y exteriorizar las inconformidades e inconsistencias del orden social. Frente a la contraproducencia del contenido digital y la participación, es necesario educar a la sociedad frente a la historia para también comprender los nuevos espacios digitales como una oportunidad de interacción e identidad. Sin embargo, se evidencian los nuevos discursos que se protagonizan para poner en conocimiento de todos los ciudadanos, los abusos, las injusticias y las muertes masivas que se han silenciado por años. Es ahora la era digital, la literatura y el arte el camino para que el hombre tome decisiones frente a su propia condición.

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

-          Morales (2018). La literatura en la era digital

-          Gamboa, C. (2014). Complicidades digitales: El blog y la literatura popular en Colombia

-          Echeverry, O. (2011) Narrativas digitales: el arte de la narración en la cibercultura.

 

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